viernes, 22 de noviembre de 2024

Han Kang en “Actos Humanos”

 



Voy a dedicar en este blog de literatura esta entrada a la escritora surcoreana recientemente galardonada con el Premio Nobel de Literatura Han Kang. Su literatura es un verbo contenido, austero y muy poético que va calando en el lector como una lluvia mansa, es una literatura llena de preguntas donde subyace una obsesión constante en cada uno de sus libros que he leído por comprender por qué existe tan presente la violencia en el ser humano, por qué el ser humano es violencia y es belleza también.

En “La vegetariana” o en “La clase de griego” la violencia implícita se revela en momentos muy concretos con intensidad pero matizada y engalanada con mucha sutileza y siempre la presenta en un entorno más o menos íntimo o familiar. Sin embargo en su libro “Actos Humanos”, que es el que voy a presentar aquí hoy, la violencia es la reina de lo público, del gobierno, del ejército, la manifestación del poder incuestionable y voraz.

Han Kang nació en Gwangju, ciudad donde se desarrollaron los hechos que cuenta en  Actos Humanos”, ocurrió que en mayo de 1980 hubo una rebelión ciudadana contra la nueva dictadura del general Chun Doo Hwan donde tuvieron un gran papel jóvenes universitarios, sindicalistas y estudiantes de la secundaria y la respuesta del ejército fue especialmente cruenta contra ellos. Las revueltas se extendieron durante nueve días con un número enorme de muertos y detenidos que sufrieron atroces torturas.

El libro se divide en seis partes y un epílogo, cada una de las partes tiene como protagonista a una de las víctimas implicadas en el levantamiento y conforme se transita por sus páginas evoluciona la historia en el tiempo, abarcando desde la época del suceso a relatar hasta el año 2013 cuando Han Kang escribió el libro. En el epílogo nos cuenta su experiencia personal y como tuvo consciencia de estos hechos llegando a obsesionarla vivamente, así que un día volvió a la ciudad de su niñez para investigar y revivir en los mismos espacios toda la historia.

Por último y antes de darle toda la voz a Han Kang querría resaltar el impecable trabajo de traducción de Sunme Yoon.

Extractos:

1.

“¿A dónde irán las almas cuando se mueren los cuerpos?, piensas de pronto. ¿Cuánto tiempo se quedarán junto a él?”

Después de revisar bien que no hay más velas que cambiar, te diriges hacia la puerta.

Cuando una persona viva observa el cuerpo de un muerto, ¿estará también al lado el alma observando su propio cuerpo?”

                                               ***

“¿Las almas de los que están en el polideportivo también habrán salido de sus cuerpos como pájaros? ¿A dónde habrán ido esas avecillas asustadas?”

                                               ***

“Si ese otro mundo hubiera continuado con normalidad, la semana pasada hubieras tenido los primeros exámenes parciales. Como hoy hubiera sido el domingo después de los exámenes, te habrías quedado durmiendo hasta tarde y luego habrías jugado al bádminton con Jeongdae. Del mismo modo que te parece increíble todo lo ocurrido en esta semana, igualmente increíble te parece el tiempo vivido en ese otro mundo.”

                                               ***

2.

“Nuestros cuerpos estaban apilados en forma de cruz.

Sobre mi barriga tenía a un señor desconocido, colocado transversalmente en un ángulo de noventa grados, y encima de la barriga del señor, había un joven bastante mayor que yo, también desconocido. Sobre mi cara caían los cabellos de este joven y las caras internas de sus pantorrillas se apoyaban sobre mis pies desnudos. Si pude ver todo esto es porque aún seguía bien pegado a mi cuerpo.

Ellos se acercaron. Vestían uniformes militares moteados, llevaban cascos en la cabeza y brazaletes de la Cruz Roja en los brazos y se movían deprisa.

Empezaron a coger nuestros cuerpos y a arrojarlos al interior del camión. Lo hacían con movimientos mecánicos, como si lanzaran fardos de patatas. Para no perder mi cuerpo, subí al camión pegado a mis mejillas y a mi nuca. Cosa rara, estaba solo. Es decir, no pude encontrar a las otras almas. Aunque había almas en todas partes, no podíamos vernos ni sentirnos. Al final era una mentira eso de que nos encontraríamos todos en el otro mundo.”

                                               ***

3.

“Él golpeó la mesa con el puño. Ella se sobresaltó y se pegó al respaldo de la silla. Como si hubiera recibido un nuevo golpe en la cara, se pasó la palma de la mano por el pómulo. Justo entonces se asustó, cuando se vio la mano manchada de sangre.

¿Cómo olvidar?, piensa en la oscuridad.

¿Cómo olvidar la primera bofetada?

¿Cómo olvidar esos ojos que al principio la miraron sin decir nada, con calma, como alguien que está haciendo un trabajo rutinario?”

                                               ***

“(…) levanta la vista hacia el retrato del presidente Chun que está colgado en la pared pintada de cal del Departamento de Censura.

¿Cómo es posible que un rostro pueda esconder lo que lleva dentro?, es la pregunta que se hace. ¿Cómo puede esconder la insensibilidad, la crueldad y el instinto asesino?”

                                               ***

“No tiene confianza en el ser humano. No confía del todo en ninguna expresión del rostro, en ninguna verdad ni oración bien redactada. Sabe que debe seguir viviendo únicamente en el interior de una tenaz desconfianza y una fría indagación”.

                                               ***

4.

“Cuando entrábamos en la sala de interrogatorios, ya tenían listo el bolígrafo negro Monami. Creo que, ante todo, querían dejar bien claro que nuestros cuerpos no nos pertenecían, que no había nada que pudiéramos hacer por nuestra voluntad, que lo único que nos estaba permitido era sentir un dolor enloquecedor, un dolor insoportable que nos hacía mearnos y cagarnos encima.”

                                               ***

“Me dijo que le hicieron poner el pene sobre una mesa y a continuación lo amenazaron con pegarle con una regla de madera.”

                                               ***

“No es que supiéramos que el ejército era infinitamente más poderoso que nosotros. Lo extraño era que nos dominaba algo tan grande como la fuerza que ellos tenían.

¿Sería la conciencia limpia? Sí, la conciencia limpia.

¿Acaso hay algo más temible en el mundo que la conciencia limpia?”

                                               ***

“Recuerdo todavía vívidamente esa sensación de no tenerle miedo a nada, de estar dispuesto a dar la vida en cualquier momento, de que la sangre de todos los que estábamos allí fluía en una única y gigantesca arteria. Pude escuchar el pulso de esa sangre que corría palpitante, de ese corazón que era el más grande y sublime del mundo. Lo digo con humildad, pero me sentí parte de un todo.”

                                               ***

“Estoy luchando. Lucho todos los días en soledad. Lucho con la vergüenza de haber sobrevivido y de estar vivo hoy. Lucho contra el hecho de que soy un ser humano. Lucho contra la idea de que el único camino que me liberará cuanto antes de esa realidad es la muerte. Profesor, usted que es un ser humano como yo, ¿qué respuesta me puede dar?”