martes, 19 de julio de 2016

Magistral, un libro de Rubén Martín Giráldez


Soy un pobre bebedor de venenos que ha visto a Dios y tiene una cara y un coco como un piano.

Un argumento sin trama, un rey escritor que cuenta sus hazañas literarias, un mago del aforismo, un analista perspicaz, un opinador sobre la lengua, la crítica, la realidad literaria, los lectores, lo anodino, lo eterno y lo humano con bastante clarividencia.

La lectura de Magistral te deja un poso de aquí qué pasa, un gusto a esto a qué sabe, regustos de culturas distintas, desde el Renacimiento y las obras más ensayísticas al descarnado siglo XX de Celine, Artaud o Manganelli.

Imagino que Rubén Martín Giráldez es un artista que tendrá mucho camino que recorrer, mucho más que decir, ojala revolucione o dicte un por dónde (el listón lo deja alto, de momento). En cualquier caso, con su última propuesta (tiene, al menos otra obra en la misma editorial llamada: Menos joven) estamos ante una novela fuerte, muy pensada, reflexiva y fuera de cualquier normalidad. Cada frase del libro es soberbia, cada pensamiento un volcán.

La editorial que se ha atrevido es Jekyll and Jill, una de las editoriales más arriesgadas e interesantes del panorama y demuestra con esta apuesta su exquisitez y buen ojo para mostrarnos obras realmente interesantes. Autor y editores conforman un  gran equipo, el material está muy cuidado. Lo demás, sumergirse de golpe en las aguas del libro. Un fragmento al azar:

“¿Constituía yo una respuesta? Igual no, pero estaba convencido de ser –a diferencia de ellos- destilado, quintaesencial brandy de anarquía; y vosotros venga a repetir papillas y a tomar leche controlada, a presumir de virtudes demográciles, de politique-verité. Encendíais salvas salvíficas a autores vacuos y la atmósfera olía a pelos socarrados o a muerte, según incineraseis a un muerto más o menos calvo”.

Magistral, un libro de Rubén Martín Giráldez.





sábado, 9 de julio de 2016

Georges Perec y su libro: "La vida instrucciones de uso"




Comienzas a leer a Georges Perec y los objetos se revolucionan, tan pronto te describe un salón como te mete en un cuadro contándote todos los detalles y te resulta complicado salir de allí.


Georges Perec, francés (1936-1982) es un grandísimo escritor y su obra muestra una forma de hacer única, posee un estilo exclusivo, no obstante es un autor poco traducido a nuestro idioma y casi todas las traducciones son bastante recientes.

La vida instrucciones de uso es considerada su obra maestra. Al leerlo me da la impresión de que a veces me leo el listado telefónico, hay historias magníficas, contadas soberbiamente y otros fragmentos como recetas médicas, descripciones de todo. El narrador (en tercera persona, omniscente) entra en una habitación, parece que estuviera haciendo una disección de todo lo que ve, describe los espacios, las paredes, los cuadros que toman vida, tapices magníficos que cuentan relatos históricos… puede ser incluso claustrofóbico en ocasiones y tiene un toque kafkiano pero con un lenguaje muy anclado a la realidad. En muchas ocasiones los pasajes de su libro son fotografías panorámicas como muñecas rusas.

Se trata de una novela que cuenta, detalla, describe, enumera, todos los aconteceres, espacios, utensilios, historias de sus habitantes durante distintas épocas, relacionadas con una casa parisina de la calle Simon-Crubellier. No es la lectura de playa más aconsejable si buscas algo que te entretenga pero si tienes curiosidad por los avances artísticos, si las vanguardias de los años sesenta te parecieron útiles, si hay una búsqueda en el lenguaje, en el significado del lenguaje, este escritor, este tipo Georges, francés, puede ser una buena opción.

Georges Perec (su apellido original fue Peretz y era hijo de judíos polacos, su madre y otros miembros de su familia fueron deportados de Francia y muertos en el campo de concentración de Auschwitz) es, era un tipo simpático, inteligentísimo, un escritor apabullante. Roberto Bolaño lo adoró y en parte le debe mucha de la frescura de su estilo, se aprecia directamente su influjo por ejemplo en las enumeraciones interminables de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, México, versus Santa Teresa en su libro póstumo: 2666.

La vida instrucciones de uso es Imposible de asumir, de digerir en su totalidad, si te empeñaras a tiempo completo -yo diría que en un lapsus de tiempo de cinco años, trabajándolo arduamente- los resultados podrían ser increíbles pero no me cabe mucha duda que anularía a cualquiera como escritor o como crítico (incluso como lector) porque las palabras se desubicarían influenciadas hasta la médula por él.

Georges Perec tardó nueve años en escribir esta su obra maestra (1969-1978) y pocos me parecen viendo el resultado. Yo lo leo y existe una losa entre el libro y mi comprensión, necesito esforzarme para seguir pero ante multitud de mini historias que contiene mi asombro se multiplica y mi admiración ante su técnica, su eficacia y su imaginación también.

Un tipo francamente interesante.