martes, 21 de junio de 2016

Grecia en tu casa: “Me gustaría” de Amanda Mijalopulu







Poco se conoce de la literatura griega contemporánea, pareciera muda o muy sobrepasada por su esplendoroso pasado en obras y autores.

En 2012 la editorial Rayo verde editó el libro “Me gustaría” de la escritora griega Amanda Mijalopulu (1966), autora consagrada en su país, convirtiéndose en la primera obra de esta artista editada en España. El libro venía avalado por el premio de Literatura Internacional de la National Endowment for the Arts.

Hace poco cayó en mis manos y al abrirlo vi que estaba ante un libro de relatos (trece en concreto) pero esta afirmación no duró, con su lectura el libro creció, se convirtió en otra cosa, se le veían las costuras.

Lo primero que percibí fue que tras un estilo ágil y sencillo, potenciado por el uso masivo del diálogo de forma muy inteligente y directa, Amanda Mijalopulu había realizado una obra de ingeniería con cada palabra, que había experimentado con distintas voces narrativas, imaginativas, poderosas. Pero lo más increíble fue observar como el desarrollo narrativo clásico lineal había desaparecido para traer una narración que supera la división en relatos, para traernos una forma abierta donde el lector tiene algo que decir, mucho que conjeturar y unir, e incluso fragmentos que rechazar en su cerebro. En sus historias existen curiosas referencias a objetos que saltan de un relato a otro (una boina roja, un gato de cerámica con un ovillo…), de igual forma los personajes (Stella, Jristina…) pasan de una historia a otra sin estridencias, a veces intuyéndolos, o alcanzando puntos de vista muy alejados.

El lector tiene que tomarse la molestia de completar en su cabeza la historia, o la novela no escrita, el engendro, rechazando partes y completando otras con su interpretación. Esto yo nunca lo había visto antes y me ha parecido fantástico. 

Como lectora agradezco la osadía de buscar nuevos caminos para conmover y para hacernos cómplices de la evolución de la literatura.

Hacía el final del libro he sufrido un cansancio del truco o un exceso de información inverosímil (flirtea en ocasiones con el surrealismo y con la simple contradicción) pero el planteamiento, el trabajo ímprobo, el resultado de conjunto lo celebro y disfruto con alegría y curiosidad sincera. Es una obra muy recomendable.

Un fragmento:
Y la sensación de ardor se le extendió por la cintura, luego le subió por la espalda, hasta llegar al pelo. Realmente ardiente. Muy ardiente. Por todos lados.
-Muchacho, ¿cuánto llevabas sin hacerlo?
-No llevo la cuenta. No me interesan los récords
-No, claro –dijo la mujer, y resopló sobre su nuca-. ¿Quieres repetir?

Hacen el amor delante de los jubilados que leen el periódico con las gafas en la punta de la nariz. Delante de la camarera que vuelve a llenarme el vaso de agua. Delante de mi hija, que está durmiendo en el cochecito y ahora entreabre un ojo.
-¿Ya te has despertado, cielo? No vas a dejar que mamá encuentre un relato decente, ¿verdad?”.


2 comentarios:

  1. Pues habrá que leerlo porque tratándose de relatos difícil resistirme.

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  2. Pues habrá que leerlo porque tratándose de relatos difícil resistirme.

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